Aún en el contexto actual, las tiendas físicas seguirán siendo fundamentales para el comercio omnicanal. Sin embargo, deberán aprovechar la tecnología para estar conectadas de forma eficaz al mundo digital para aumentar su eficiencia y mejorar la experiencia de compra de sus usuarios
Automatizar los procesos de bajo valor añadido; mejorar la eficiencia operacional; informar y atender a los clientes; garantizar la integridad de la información para optimizar de forma continua las existencias disponibles; evitar que falten y se desperdicien productos y crear una plataforma de servicios omnicanal facilitará la fidelización y satisfacción de los consumidores, cuyas expectativas son más altas con el pasar de los días.
Es en este contexto que las tecnologías de autoservicio o self-service cambian las reglas de juego, estas herramientas aportan al mercado minorista capacidades de compra digital orientadas al consumidor. Esto permite mejorar su experiencia de compra y venta, beneficiando a los clientes y a los minoristas al mismo tiempo.
Una de las grandes ventajas de acudir al supermercado es, más allá de los productos envasados, elegir también frutas y verduras al granel. Únicamente el peso que necesitamos, las piezas que queremos y la variedad que nos apetece. Tanto para los comercios, como para los consumidores, disponer de balanzas etiquetadoras supone una serie de beneficios que tener en cuenta.
1. Elegir la cantidad deseada.
Ni más, ni menos. Ayudar al consumidor con la cantidad exacta del producto deseado es tan fácil como colocar el producto seleccionado en una bolsa pesarla en una de las balanzas etiquetadoras. El consumidor elige qué quiere y cuánto quiere.
2. Facilidad de justo.
Usar balanzas etiquetadoras es muy sencillo, pues el cliente paga exactamente por lo que contiene la bolsa pesada en la balanza y no por elementos añadidos como cartón o contenedores de soporte. Es tan fácil como marcar el número del producto, recoger el ticket impreso y colocarlo en la bolsa.
3. Peso justo.
El cliente tiene la certeza de que está comprando el peso que realmente está marcado en el ticket impreso y no lo que señala un envase o contenedor.
4. Mayor flexibilidad.
El cliente se vuelve autosuficiente en todo momento, pues no es necesario contar con una persona que elija el producto, lo pese, lo embolse y lo etiquete, estas acciones pueden ser realizadas por el propio cliente y permitir que el personal se ocupe en otras actividades operativas.
SELF-SERVICE: TECNOLOGÍA DE PESAJE QUE BRINDA COMODIDAD
Como hemos visto anteriormente, la tecnología presente en las nuevas balanzas etiquetadoras tiene múltiples beneficios tanto para el cliente como para los minoristas, a las que podemos sumarle dos puntos fundamentales presentes en las balanzas inteligentes de nuestras Soluciones de Precisión en el Pesaje y Etiquetado (PPE).
- Fácil navegación. Una pantalla táctil facilita la navegación y elimina la necesidad de buscar entre un mar de teclas con el código de un producto en particular, el sistema operativo permite la personalización de las teclas de acuerdo a las necesidades operativas o del comercio.
- Compra inteligente en tres pasos. Las balanzas inteligentes son muy intuitivas y fáciles de usar, primero coloque el artículo en el plato de pesaje y la cámara inteligente reconocerá el producto; inmediatamente el sistema presentará una serie de productos relacionados y como segundo paso el usuario solo debe seleccionar el ícono con el código del producto deseado para finalmente imprimir la etiqueta y proceder al pago.
Además, se pueden agregar indicaciones visuales y de audio para guiar el funcionamiento.
En La Competencia S.A. tenemos más de 50 años trabajando con diferentes áreas de negocio y hemos acumulado una basta experiencia en el desarrollo de proyectos. En especial implementado soluciones tecnológicas de autoservicio en negocios minoristas.